domingo, 11 de julio de 2010

La tercera posición

Me dolieron las palabras de José Pablo Feiman en el Clarín del 4 de Julio, esa eterna referencia a que Perón termino en la derecha, como si los que se decían de izquierda hubieran dejado algo digno de ser rescatado, como si no siguiéramos todos viviendo de los votos que nos legara el General en la lealtad de su pueblo.
El peronismo nació en el encuentro de Perón con los humildes, fue de
izquierdas para los poderosos y de derechas para los bien pensantes,
inventor de una tercera posición que comprobó sus aciertos en las caídas de los sueños del imperio bifronte.
En el 45 lo fundaron los que caminaban en alpargatas, en el 70 lo descubrieron los que aprendían de los libros, y los de la tinta escribieron demasiado tan solo para intentar explicar el sentido de la lealtad del
sudor.
Algunas vanguardias lo acompañaron convencidas de que lo convertían en revolucionario, y solo fueron importantes el tiempo que el pueblo les concedió su abrazo. Si Perón hubiera muerto en el lugar donde Feiman ubica a la virtud el peronismo estaría tan lejos del poder como los que eligieron esos rumbos.
La historia del peronismo se inicio en el 45 y todavía sigue vigente, la de las supuestas vanguardias que lo acompañaron solo tuvo la duración del tiempo de ese encuentro. Y aparece también el libro del Tata Yofre como parte de la otra mirada, podría decir con todo respeto que ambos relatos son fruto de escritores que
no pertenecieron al movimiento.
En el nacimiento de la democracia los libros de Miguel Bonasso y de Horacio Verbitski imponían su mirada sobre el pasado, eran tiempos de asombro y de reivindicar a los desaparecidos.
Los acontecimientos fueron cuestionando la sesgada mirada de los derrotados y será Ceferino Reato uno de los que marque la impronta de otra memoria posible.
Estamos viviendo con intensidad los recuerdos como paso necesario para iniciar el rescate de la politica como pensamiento y como proyecto.
Dos libros que implican dos miradas distintas sobre un fenómeno único, el del peronismo, esa historia popular que arrastró a tantas vanguardias a su paso, que necesita darse sus revisiones finales para que nuevas ideas vengan a ocupar ese espacio.
Es mucho lo escrito por los críticos como escaso lo que aportan las plumas propias de esa enorme causa, la mayoría de las narraciones son el fruto de aquellos que nunca nos entendieron o de otros que ni siquiera intentaron hacerlo.
A veces pienso que fue tan importante lo que el peronismo modifica de nuestra realidad que a sus críticos solo les queda el espacio de recorrer la ficción.
El debate sobre los setenta esta mas vivo que nunca, y las ideas políticas han vuelto a ocupar un importante espacio en los medios de comunicación.
Y el peronismo es mucho más que los setenta como el pueblo lo es de las supuestas vanguardias.
Bienvenido sea el debate y los aportes, el resultado la vera el mañana, que para ser mejor que el presente necesita de esta discusión acalorada.
Y en eso estamos.