viernes, 28 de mayo de 2010

Bigotes

Imposible describirlos, no sé si son un elemento decorativo o una carga heredada, si ayudan a pasar desapercibido o a convocar adictos al escrache.
Buscando en Corominas, descubrí que contrariamente a lo que podían opinar algunos periodistas que siempre remiten a los griegos, su origen es oscuro y germánico, bî god, “por dios”, en relación a la exclamación que alguna vez suscitaron. 

Los míos son hijos del exilio del 76, una idea de cambiar la cara para iniciar otra historia, pero están en la memoria de mi padre y en la sombría fotografía de mi abuelo.
Cuando me secuestraron les cortaron las puntas para inclinarme a las derechas.
Antes de que Fukuyama decretara el fin de las ideologías eran una definición de posiciones.
Los represores heredaban la moda de Hitler y los cortaban con escuadra para definir los necesarios límites.
La izquierda argentina los alargaba como a sus ilusiones, al estilo Palacios, y Caputo fue fiel a esa tendencia.
Waleza  los tenía extendidos como los sueños de los polacos.
Los de De Gaulle eran sutiles como todo lo francés.
En cambio Stalin,  que era comunista, pero hombre de orden los tenía como todo represor.
O sea que en política los bigotes de líneas geométricas imponen autoridad mientras que los de puntas estiradas refieren a la libertad.
Y si no que lo digan los espectaculares que lucía el genio de Dalí.
Para el tango “attenti pebeta”  son una herramienta de conquista: “que más que bigotes son un espinel”.
Así como las barbas, que no se ponen en remojo, suelen ser todas progresistas, los bigotes transitan todo el arco ideológico y cultural.
Están ausentes en el deporte y en el sacerdocio, son un símbolo masculino tan claro que a la mujer que lo comparte se la suele enviar al circo.
Hay hombres que les son leales de por vida y otros que solo los usan de a ratos.
Algunos apuntan hacia arriba como la esperanza de sus dueños, otros señalan el suelo proponiendo el pesimismo.
Y de puro leales  sobreviven a la calvicie.
Los míos tienen treinta años de permanencia, no estoy seguro de lo que digo, pero pienso que tienen que ver con alguna parte de la identidad, y si me los sacan, me pierdo.